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Consecuencias de los Abusos Empresariales

Por desgracia, cada vez son más usuales los casos de trabajadores que, de una forma u otra, sufren algún tipo de práctica abusiva en su puesto de trabajo. En la actualidad se estima que un 15% de los trabajadores sufre acoso laboral en su puesto de trabajo, lo que deja bien a las claras la práctica tirana de muchos empleadores con sus trabajadores.

Sufrir este tipo de malas prácticas empresariales en el ámbito laboral tiene unos efectos extremadamente negativos en la vida de las personas. Estos efectos no se reducen solo al más que evidente golpe a su vida profesional, sino que la vida personal de los afectados queda gravemente marcada.

 

El abuso empresarial produce consecuencias físicas…

El estado de ansiedad y nerviosismo que provoca una situación de abuso laboral o empresarial en sus afectados da lugar a la aparición de dolencias físicas de diversa índole. Dolencias musculares comunes, tales como contracturas, dolores cervicales y/o lumbares son lamentablemente usuales. De la misma forma, la aparición de problemas intestinales y estomacales también son algo común en este tipo de casos, debido a la tensión que genera el estar viviendo una situación tan desagradable. Sin embargo, en este sentido el aspecto que más nos preocupa, y que de hecho, hemos vivido de cerca con algún miembro de nuestra asociación, es el de los problemas cardiovasculares. Casos de hipertensión, arritmias, dolores de pecho e incluso infartos, son provocadas por las situaciones de estrés e indefensión que las personas afectadas viven en estos casos.

En muchas ocasiones, este tipo de dolencias se convierten en algo crónico para la persona afectada, lo que puede limitar en gran medida su vida y, por consiguiente, la de todas las personas que la rodean. Además, como es evidente, ciertas dolencias cardiovasculares no solo pueden limitar su vida, sino que pueden directamente acabar con ella.

 

… pero también psicológicas.

Disponer de un equilibrio mental y psicológico es fundamental para poder disfrutar de todos los aspectos de nuestra vida, y el ámbito profesional no iba a ser menos. Las personas podemos tener problemas de muy diversa índole que pueden alterar nuestra paz mental y nuestro equilibrio. Uno de ellos es la situación laboral. Como es de imaginar, el sufrir prácticas abusivas en nuestro puesto de trabajo repercutirá muy negativamente en nuestra salud mental. Desgraciadamente, no son pocos los casos en los que la persona afectada por este tipo de situaciones sufren de trastornos de ansiedad y estrés que hacen que su vida sea una auténtica pesadilla. Por supuesto, este tipo de trastornos afecta a aspectos tan elementales como el sueño y el apetito de los afectados, lo que provoca, a su vez, la aparición de nuevas dolencias físicas. En definitiva, los afectados entran en una situación de depresión profunda de la que puede llegar a ser muy complicado salir sin la ayuda de profesionales.

Por supuesto, el estado depresivo que sufren estas personas provoca situaciones extremadamente desagradables en su vida cotidiana, y es que deteriora relaciones personales con sus seres más queridos, al proyectar la frustración que toda esta situación les genera. La situación puede llegar a ser tan dura, que los afectados pueden dejar de sentir placer por cualquier tipo de situación, lo que los convierte en personas infelices de una forma totalmente injustificada e inmerecida.

Este tipo de circunstancias, en sus casos más extremos, pueden llegar a provocar el suicidio de las personas afectadas. Un ejemplo de ello es el caso que precisamente en estos momentos está siendo juzgado en Francia, donde se estudia el suicidio de varios trabajadores de France Telecom, presuntamente afectados por situaciones de abuso en sus respectivos puestos de trabajo.

 

Desde Asafortel luchamos para que este tipo de situaciones no vuelvan a producirse, y por la restitución de todo el daño ocasionado a tantos y tantos afectados que se encuentran aún en situación de indefensión.

5 prácticas habituales de abusos empresariales

La situación de crisis económica que nuestro país ha estado viviendo durante la última década ha dado lugar a la aparición y, lo que es aún más grave, la normalización en muchos casos de prácticas empresariales que pueden ser calificadas como abusos por parte del empleador hacia sus empleados o grupos de interés.

A continuación vamos a pasar a explicar algunas de estas prácticas, desgraciadamente, más habituales de lo que debería en muchos casos.

 

No poner a la disposición del trabajador los medios adecuados para desempeñar su actividad.

Parece obvio que, salvo acuerdo en contrario, el empleador está obligado a poner a disposición del trabajador todos los medios necesarios para el correcto y adecuado desempeño de la actividad para la que este ha sido contratado o empleado. Sin embargo, esto puede no ser así. Encontrar instalaciones en malas condiciones o equipos informáticos obsoletos son algunas de las incómodas situaciones con las que un trabajador puede encontrarse a la hora de desempeñar su actividad.

 

Cambio de objetivos fuera de plazo

En algunas ocasiones, parte de la remuneración de un trabajador está condicionada a la consecución de ciertos objetivos. Por tanto, una práctica que encuentran algunos trabajadores en su puesto de trabajo es la del cambio de estos objetivos o la información por parte de la compañía de los mismos fuera de los límites temporales acordados.

Parece evidente que, si un trabajador tiene unos objetivos mensuales que cumplir, conocerlos a mitad de mes o casi al finalizar el mismo no solo dificultará su consecución, sino que en algunos casos lo hará imposible.

 

Imposición de condiciones imposibles de cumplir

En la línea de lo que comentábamos anteriormente, algunas compañías imponen una serie de objetivos imposibles de cumplir para sus empleados, de los cuales depende gran parte de su remuneración a final de mes. Esto, además del perjuicio económico que genera, provoca un sentimiento de impotencia y malestar que impide al trabajador realizar sus tareas de una forma correcta, y adecuada, ya que su motivación y compromiso, como pueden imaginar, estarán por los suelos.

 

Incumplimientos contractuales

Los contratos están para cumplirlos. O, al menos, eso es lo correcto, ya que hay algunos empleadores y empresas que no parece importarles lo más mínimo lo firmado entre las partes. Encontrar situaciones de impagos, vacaciones no disfrutadas, u horas de trabajo extraordinarias que jamás son pagadas o devueltas es, desgraciadamente, una tónica habitual en el mundo laboral en el que nos encontramos actualmente.

 

No respetar la desconexión digital del trabajador

El momento de transformación digital en el que se encuentra el sector empresarial y la sociedad en general, hace que tengamos la posibilidad de disponer en la palma de nuestra mano de todo lo necesario para trabajar, desde cualquier lugar, y en cualquier momento del día. Esto, que puede verse como un aspecto positivo si es bien utilizado, es un arma de doble filo, y es que muchas empresas y empresarios lo usan para tener conectados a sus trabajadores prácticamente las 24 horas del día a su empleo, sin poderles dejar un descanso y unas horas de desconexión, claramente necesarias para poder disfrutar un poco de su vida personal y privada.

 

Como ya sabréis quiénes nos seguís habitualmente, muchos de nuestros asociados han sufrido algunas de las prácticas abusivas que anteriormente describimos en sus propias carnes, debido a los abusos empresariales a los que han sido sometidos por Orange. Desde Asafortel continuamos luchando por sus derechos y por ver restituido todo el daño ocasionado.